domingo, 13 de noviembre de 2011

MEDITACION PARA LA TARDE O NOCHE


Siéntese en una silla confortable o en una cama con los pies descansando en el piso. Deje que sus manos caigan sobre su re­gazo. Si lo prefiere, siéntese con las piernas cruzadas, en la posición de la flor de loto. Mantenga su cabeza, bien erguida, no hundida. Ahora concéntrese primero en una parte del cuer­po, y después en otra, para relajarla en forma consciente. Em­piece con el pie izquierdo, después la pierna izquierda, después el pie derecho, y así sucesivamente, hasta que llegue a la gar­ganta, el rostro, los ojos y finalmente el cuero cabelludo. La primera vez que lleve esto al cabo se sorprenderá de lo tenso que estaba su cuerpo. Ahora elija un punto localizado a 45 grados aproximada­mente, arriba del nivel de los ojos, en el techo o en la pared que quede frente a usted. Fije la vista en este punto hasta que sus párpados empiecen a sentirse un poco pesados, y .deje que se cierren. Empiece su cuenta regresiva del cincuenta al uno. Haga esto a lo largo de diez días, después cuente del diez al uno durante otros diez días, después cuente del cinco al uno de ahí en adelante. Como ya no estará limitado a las mañanas para llevar al cabo esta práctica, establezca una rutina para meditar dos o tres veces al día, y dedique aproximadamente quince minutos a cada sesión. " Una vez que llega a su nivel, ¿cuál es el siguiente paso?

Desde el principio, a partir del primer momento en el que alcance su nivel meditativo, practique la visualización.

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